Un bolívar fue el precio simbólico que pagó José Antonio Casanova en 1962 por el equipo Pampero, quien participara en la vida beisbolística venezolana desde 1955 y que dio paso a los Tiburones de la Guaira luego de ser vendido por su dueño el empresario Alejandro Hernández.
Casanova, quien se transformó en el manager del conjunto, no disponía de los recursos monetarios suficientes como para financiar tan costosa empresa, así que decidió aliarse con un grupo de importantes personajes y empresarios venezolanos entre los cuales destacan: Manuel Malpica, José Antonio Díaz, Jesús Morales Valarino, Mario Gómez y Pablo Díaz. En ese momento nacen los Tiburones de la Guaira para participar en el campeonato 1962 – 1963.
En esta primera experiencia en la liga profesional, Tiburones de la Guaira logró obtener una marca de 23 – 19, sin embargo no logra llegar a la semifinal, que fue disputada entre los equipos de Caracas y Valencia. La Guaira tendría que esperar dos campañas más para lograr la copa, al imponerse en el año 1965 ante los Leones del Caracas en cinco juegos por cuatro.
Ese equipo fue dirigido por Casanova hasta 1965 y tuvo entre sus filas a Luis Aparicio, flamante miembro del Salón de la Fama del Béisbol estadounidense; Ángel Bravo, José Herrarán y Elio Chacón como máximas figuras nativas. Al talentoso manager venezolano se le vence el contrato en este mismo año y la junta directiva de la empresa que se había constituido para administrar el club, decide entregarle su parte accionaria.
Una vez retirado Casanova, y después de obtener su primer campeonato Pedro Padrón Panza compra todas las acciones del equipo hasta hacerse dueño único. Panza fallece a los 78 años y el futuro de su amado equipo queda en manos de su hijo Pedro Padrón Bríñez quien por la fuerza del destino fallece en la tragedia que sacudió al Estado Vargas en diciembre de 1999.
Marcados por el luto de la desaparición de Pedro Padrón Bríñez, los Tiburones de la Guaira trataron de revivir en la temporada 2000-2001 su época de gloria de los 70's y 80's con la ayuda del manager Luis Salazar, quien logró obtener una muy buena actuación que casi los lleva nuevamente a estar en la ronda eliminatoria. Actualmente, el equipo se encuentra manejado por la familia Panza.
En los últimos años, los Tiburones establecieron con los Leones del Caracas una moderna rivalidad, en parte porque ambos conjuntos comparten la sede del estadio Universitario. El conjunto guairense cuenta con una de las mejores fanaticadas del país. A pesar de que en los últimos años, los triunfos han sido esquivos, pero por muchas temporadas se constituyó en una de las divisas más combativas del circuito.
Casanova, quien se transformó en el manager del conjunto, no disponía de los recursos monetarios suficientes como para financiar tan costosa empresa, así que decidió aliarse con un grupo de importantes personajes y empresarios venezolanos entre los cuales destacan: Manuel Malpica, José Antonio Díaz, Jesús Morales Valarino, Mario Gómez y Pablo Díaz. En ese momento nacen los Tiburones de la Guaira para participar en el campeonato 1962 – 1963.
En esta primera experiencia en la liga profesional, Tiburones de la Guaira logró obtener una marca de 23 – 19, sin embargo no logra llegar a la semifinal, que fue disputada entre los equipos de Caracas y Valencia. La Guaira tendría que esperar dos campañas más para lograr la copa, al imponerse en el año 1965 ante los Leones del Caracas en cinco juegos por cuatro.
Ese equipo fue dirigido por Casanova hasta 1965 y tuvo entre sus filas a Luis Aparicio, flamante miembro del Salón de la Fama del Béisbol estadounidense; Ángel Bravo, José Herrarán y Elio Chacón como máximas figuras nativas. Al talentoso manager venezolano se le vence el contrato en este mismo año y la junta directiva de la empresa que se había constituido para administrar el club, decide entregarle su parte accionaria.
Una vez retirado Casanova, y después de obtener su primer campeonato Pedro Padrón Panza compra todas las acciones del equipo hasta hacerse dueño único. Panza fallece a los 78 años y el futuro de su amado equipo queda en manos de su hijo Pedro Padrón Bríñez quien por la fuerza del destino fallece en la tragedia que sacudió al Estado Vargas en diciembre de 1999.
Marcados por el luto de la desaparición de Pedro Padrón Bríñez, los Tiburones de la Guaira trataron de revivir en la temporada 2000-2001 su época de gloria de los 70's y 80's con la ayuda del manager Luis Salazar, quien logró obtener una muy buena actuación que casi los lleva nuevamente a estar en la ronda eliminatoria. Actualmente, el equipo se encuentra manejado por la familia Panza.
En los últimos años, los Tiburones establecieron con los Leones del Caracas una moderna rivalidad, en parte porque ambos conjuntos comparten la sede del estadio Universitario. El conjunto guairense cuenta con una de las mejores fanaticadas del país. A pesar de que en los últimos años, los triunfos han sido esquivos, pero por muchas temporadas se constituyó en una de las divisas más combativas del circuito.